IGNACIO GONZÁLEZ: “SIEMPRE ME HE SENTIDO IDENTIFICADO CON EL CLUB”

Ignacio González es el actual kinesiólogo de Club de Deportes Cobresal y sus raíces son salvadoreñas desde que nació. Toda su formación académica la realizó en El Salvador, para luego irse a estudiar a la Universidad Católica de la Santísima Concepción.

¿Cómo ha sido tu experiencia después de que egresaste?

Pasando los 5 años gracias a Dios, no me atrase ninguno. Me titulé y tenía pensado hacer un proyecto con un compañero en la misma ciudad que estudié, pero eso se iba a dar en el mes de julio, cuando aún no comenzaba la pandemia. Recuerdo que en ese periodo, después que me titulé, me contacta el kinesiólogo de Cobresal, Eduardo Rodríguez, por unos amigos en común y también me contactó el hijo del utilero. Ahí se concretó mi llegada a El Salvador.

Si bien sabemos que El Salvador es el último campamento minero del país y que por lo general solo potencia el ámbito laboral minero, la mayoría de los jóvenes que deciden seguir una carrera universitaria, obligatoriamente, deben salir de la ciudad para completar esta etapa formativa. Así, pocos son los que vuelven a El Salvador en busca de oportunidades laborales que no estén relacionadas con la minería.

¿Cómo te has sentido en tu primera experiencia laboral?

Ya ha pasado un año desde que llegué y este tiempo ha sido un proceso muy lindo, me ha gustado mucho lo que hago acá, nunca me imaginé trabajar en el ámbito del deporte. Desde el primer día contento y feliz que un estudiante de kinesiología llegue a trabajar donde estoy. Muchos pelean por estar acá pero más que nada, quiero agradecer a mi colega que me dio la oportunidad de pertenecer a este club. He aprendido bastante de él y también he podido aportar mis conocimientos. Por otra parte, el cuerpo técnico me ha recibido de una buena forma desde el primer momento.

¿Qué significa para ti que tu primera experiencia laboral sea en un club de Primera División?

Para mí estar en un club de primera división, como experiencia laboral inicial, es genial. Creo que no lo podía haber soñado mejor, nunca había esperado esto: es lo mejor que me pudo haber pasado como primera experiencia laboral, por eso lo valoro mucho y le pongo mucho entusiasmo a lo que hago. Estudié esto porque es lo que amo y mucho más ahora que estoy trabajando en el club.

Cobresal siempre me gustó desde pequeño, además cuando me fui a estudiar las personas me preguntaban de dónde venía y les decía de El Salvador y les mencionaba Cobresal, porque siempre me he sentido identificado. Y ahora volver y trabajar en el club que desde pequeño apoyé y me gusta, es algo genial, algo que no tiene precio. Más sí estoy trabajando en algo que me gusta.

¿Cuáles son tus metas y expectativas?

Mis metas serían, como todo Kinesiólogo del área deportiva, tratar de tener al jugador lo antes posible: que la rehabilitación sea lo más eficiente y que el objetivo siempre sea que el director técnico cuente al 100% con el jugador. Siempre respetando la integridad del jugador y no apurar tanto los procesos que igual es algo que a uno le enseñan a la universidad. Sin embargo este tiempo trabajando, he aprendido que a veces hay que arriesgar un poco y saber cuándo tomar ese riesgo y cuándo no, así que como meta, es siempre tener al jugador cuando se lesiona lo antes posible, pero en las mejores condiciones o, si no se puede, conseguirlo con un porcentaje de riesgo no tan alto.

Mis expectativas son seguir mejorando, seguir aprendiendo ya que cada día aparecen nuevas informaciones y estudios, es por eso que espero seguir ampliando el conocimiento en beneficio del club y de lo que es el trabajo en la rehabilitación.

Últimamente Club de Deportes Cobresal le ha brindado la oportunidad a varios salvadoreños para desempeñar sus labores en distintas áreas de la institución, con el fin de que transmitan sus raíces y lo que significa estar en El Salvador a todos lo que vienen de otros lugares con características diferentes a este campamento minero.

¿Qué te parece que el club le de la oportunidad a gente de El Salvador para pertenecer a nuestra institución?

Me parece genial que la institución le de la oportunidad a personas que son de El Salvador, porque algo tiene la ciudad que finalmente nos hace volver a desempeñar nuestras labores en diferentes ámbitos. En mi caso nunca pensé volver a El Salvador y estoy feliz de estar acá, sé lo que es vivir en esta ciudad. A veces que venga alguien de afuera trae otra expectativa de este lugar a diferencia de los que somos de acá.